De esta manera comenzó todo: entusiasmo por los motores desde los 16 años.

Siempre he pensado que la vida es como un motor: si lo cuidas, te lleva lejos. Mi historia con la mecánica arrancó a los 16 años, cuando tuve la oportunidad de entrar como aprendiz en un servicio oficial IVECO. Mientras muchos de mis amigos soñaban con ser futbolistas o músicos, lo mío era otra cosa: yo soñaba con desmontar motores, mancharme las manos de grasa y entender cómo funcionaba cada pieza por dentro.

Me fascinaba el olor a aceite, el ruido de las herramientas y la satisfacción de devolverle la vida a un coche o camión que parecía perdido. Aquellos primeros años como aprendiz en IVECO fueron mi verdadera escuela: aprendí de grandes profesionales, me formé en la disciplina y la precisión que exige la mecánica industrial y, sobre todo, descubrí que este oficio es mucho más que reparar vehículos; es devolverles el pulso y la energía para seguir rodando.

Desde entonces, esa pasión no ha hecho más que crecer y acompañarme en cada etapa de mi vida profesional.

Formación y Evolución: aprender de los mejores.

No fue fácil. Al principio, solo me dejaban barrer el taller y limpiar piezas, pero pronto empecé a fijarme en los veteranos, a preguntar y a meter las manos en la grasa. Me formé a base de observar, preguntar y, sobre todo, de no tener miedo a equivocarme. Aprendí de los mejores y, poco a poco, fui ganando confianza y soltura, tanto en coches como en vehículos industriales.

Más de 36 años de Experiencia: una vida entre motores.

Han pasado ya más de 36 años desde aquellos primeros días. He visto cómo cambiaba la tecnología, cómo los coches pasaban de carburadores a inyección electrónica, cómo los vehículos industriales se volvían cada vez más sofisticados. Pero hay algo que no cambia: la importancia de hacer bien el trabajo y de tratar a cada cliente como si fuera el primero.

El Salto: Fundar TALLERS ABERON MATARÓ

Hace 14 años, después de mucho pensarlo y de escuchar a mi entorno decirme "¡lánzate!", decidí montar mi propio taller: TALLERS ABERON MATARÓ. No fue una decisión fácil, pero sí la más acertada. Quería un espacio donde poder aplicar todo lo aprendido, rodearme de un equipo de confianza y ofrecer a mis clientes un servicio honesto y profesional.

Hoy: Pasión, Confianza y Futuro.

Hoy, TALLERS ABERON MATARÓ es mucho más que un taller. Es el resultado de años de esfuerzo, formación y pasión por la mecánica. Aquí seguimos, reparando coches y vehículos industriales, formándonos en las últimas tecnologías y, sobre todo, cuidando de nuestros clientes como el primer día.

Si algo he aprendido en este viaje es que la clave está en no dejar de aprender y en ponerle corazón a cada reparación. Porque, al final, los motores y las personas se parecen: ambos necesitan atención, dedicación y confianza para seguir adelante.

¿Buscas un taller de confianza en Mataró? Ven a TALLERS ABERON MATARÓ y déjanos cuidar de tu vehículo con la experiencia de toda una vida.